Bruselas y Berlín intentan zanjar el debate migratorio con un nuevo sistema de control y reparto
- NOTICIAS EL GLOBO
- 30 nov 2019
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La nueva Comisión quiere presentar su propuesta de reforma dentro de 100 días
El próximo lunes empieza la cuenta atrás, de solo 100 días, para sentar las bases de una reforma de la política europea de asilo y migración que zanje de una vez por todas una de las crisis políticas más agrias y cainitas sufridas por la UE en los últimos años.
La nueva Comisión Europea presidida por Ursula von der Leyen, que se estrena oficialmente este 1 de diciembre, se ha marcado el objetivo de plantear en menos de tres meses una serie de proyectos legislativos que superen el estéril debate iniciado en 2015 sobre las cuotas de refugiados. Von der Leyen aspira a una solución que permita reabrir las fronteras interiores cerradas durante el mandato de Jean-Claude Juncker (2014-2019) y que garantice a largo plazo la supervivencia de la zona Schengen.
Bruselas, según fuentes comunitarias, elaborará "rápidamente" un nuevo paquete legislativo basado en la reforma del llamado Reglamento de Dublín, que responsabiliza al primer país de entrada del migrante de la tramitación de su solicitud de asilo. El plan abordará, además, el blindaje de fronteras exteriores; un programa comunitario de retorno; acuerdos de readmisión con países terceros; y la apertura de canales abiertos para la inmigración cualificada.
Ninguno de esos objetivos es nuevo. Pero la nueva Comisión pretende empaquetarlos de manera que recojan las sensibilidades y demandas de las diferentes políticas. Y a diferencia de la pasada legislatura, en que los siete proyectos de reforma se tramitaron de forma casi independiente (dos de ellas quedaron empantanadas y bloquearon el resto), Bruselas se propone ahora presentar de manera conjunta toda la batería de medidas una vez que haya logrado un mínimo consenso sobre los objetivos esenciales.

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